viernes, 15 de julio de 2011

Inconfesión

a mis colegas estudiantes de periodismo y a todo lector con ganas de reflexionar

Voy a destinar unos renglones para explicar por qué no quiero llamar a este texto “confesión”.
Esta palabra está asociada al catolicismo, y “limpiarme” de pecados para recibir el “perdón divino” no es precisamente mi objetivo. Llorarle a alguien por arrepentirme de mis acciones para poder así “ir al paraíso” es algo que no creo en absoluto.

Es, a mi criterio, desatinado. Es un legendario mecanismo para imponernos más y más límites, para ‘amoldarnos’ y que nos guste esa horma de cristal ficticia. Varias palabras vienen aparejadas: conformismo, subordinación, temor, exigencias.

Claro que algunas personas encuentran refugio en la iglesia y en todo este tema de la confesión, y me parece bien si eso les saca una sonrisa. Una sonrisa, en algunos casos, no viene mal. Pero seamos concientes de dónde y cómo se origina. Hay un enceguecimiento masivo que no comparto y que la iglesia incentiva. Digo iglesia y no digo ‘curas’ porque más allá que muchos me parecen hipócritas, no meto a todos en la misma bolsa. Yendo al punto, sintetizo: no le creo a la iglesia. No voy a usar su palabra.

“Gente, he venido a inconfesarme.” A contar sobre las cosas que no me arrepiento de hacer ni de pensar. Libre. Muy libre. Infinitamente libre y feliz de poder expresar lo que se me pasa por la cabeza. Libre de poder equivocarme y que la vida me siga dando oportunidades para crecer un poco todos los días. Libre en esta realidad que es el hoy, el aquí y el ahora. Libre de reírme de mis errores, y libre de cambiarlos como yo quiera. Libre de actuar y dejarme llevar por lo que siento. LIBRE.

Respiramos una libertad que no todos tuvieron ni tienen. Tenemos educación, uno de los pilares básicos; tenemos criterio de opinión; tenemos acceso a la información; podemos recorrer kilómetros con un par de monedas en el tren o en colectivos; tenemos tanto más de lo que creemos tener…

¿Qué hacer con tanta libertad?

No autoesclavizarnos.

Como actuales actores sociales (actuales, NO futuros) tenemos que exprimir al máximo esa autonomía para poder realizar el cambio que muchos de nosotros buscamos. Salir (¡de una vez y para siempre!) del guión rígido del día común.
Para mi el verdadero cambio, el que nuestros ojos pueden ver, tocar y sentir, es aquel que parte de uno. Esto puede parecer “figurita repetida”. Cuántas veces habremos escuchado esa cursilería de que ‘el cambio empieza por uno’. Hasta Mambrú lo cantó. Pero saliendo del discurso vacío, vayamos a algo que nos llene.
Para generar conciencia de las cosas que pasan en el mundo, tenemos que ser PRIMERO concientes nosotros. Y eso no se consigue conformándonos con el estereotipo de día estudiantil: ir a la facultad, volver a nuestras casas, leer las noticias… putear las noticias, putear el noticiero, estudiar, comer, dormir ¿Va de nuevo?
No caigamos en el alineamiento. Y yendo más allá, no caigamos en el conformismo. Que no nos de plena satisfacción describir en 400 palabras el mundo que nos rodea, hagamos algo para cambiarlo o para incentivar las cosas que se hacen bien.

Esto se hace viviendo. Actuando. Arriesgando.

No tengamos miedo de un día tomarnos un colectivo a una escuela en una villa, hablar con algún profesor y preguntarle “¿qué pasa? ¿qué falta? ¿te puedo ayudar en algo desde mi lugar?”. No tengamos miedo de preguntarle a una mujer de un country cuál es su compromiso para con la sociedad. Y si nos dice ‘ninguno’, no ir a nuestras casas corriendo, desesperados, a escribir un ensayo sobre las mujeres “huecas” de los barrios privados. No. Así-no-habrá-cambio. Seamos astutos, involucrémonos con la mujer (en la medida que haya un mínimo interés) y mostrémosle ingeniosamente la cantidad de cosas que hay para hacer. Y si esa mujer entiende el mensaje que queremos transmitir, considerémonos exitosos.
Se que parecen ejemplos utópicos ¿Y qué? Un periodista y escritor Uruguayo se encargó de describir a la perfección qué es la utopía:

“Ella está en el horizonte. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré. ¿Para que sirve la utopía? Para eso sirve: para caminar." (Eduardo Galeano)

No seamos tan mansos (SI, dije mansos) de elegir quedarnos en nuestras casas antes de ir a una manifestación de algo que apoyamos. No seamos tan asquerosos de no involucrarnos con gente que no conocemos o que no ‘tienen pinta de’ pensar y ser como nosotros. Hay muchas historias que merecen ser contadas. Pero antes que eso, que merecen ser escuchadas, entendidas y analizadas.
Para contar las cosas, primero las tenemos que hacer carne. Así SI vamos a entender de lo que estamos hablando.

La experiencia no la vamos a encontrar en un apunte de la facultad. 
Salgamos a encontrarla.

La experiencia nos va a formar como profesionales pero, por sobre todas las cosas, nos va a formar como personas. Y como vamos a describir y a desarrollar temáticas sociales, me encantaría que sean personas las que los cuenten, y no máquinas de comercialización.

Involucrémonos.
Si decimos quiero, es casi instintivo que digamos puedo.
“Quiero” y “puedo”.
Me encantan esas palabras,
porque cuando esas palabras se juntan, nos volvemos invencibles.


Victoria Belén Bertonasco

3 comentarios:

  1. Juanete Gauna:
    ‎Belen Bertonasco, me parece genial, tu publicacion, la estructura la idea de movimiento, que es lo que nos propusimos desde el principio. Solo una observacion personal: cuando era mas chico, pensaba que el sacramento de la reconciliacion (confesion) era una perdida de tiempo, pero con el correr de la vida, entendi que es muy importante para los sujetos de fe como yo. Te explico por qué: la confesion, es un sacramento en el que la persona no va a descargar sus malos actos con alguien sino que justamente es el puntapie inicial para no volver a cometer el mismo error, no es conformismo sino la ambicion de movilizarse ser mejor persona (confesarte no te asegura que no vuelvas a pecar, pero por lo menos, es la idea) y por lo tanto es una herramienta mas del cristiano para mejorar consigo mismo y con los demas. No queria dejar pasar la oportunidad, dado que vos planteaste que no metes a todos en una misma bolsa y yo te creo, por lo demás estoy totalmente de acuerdo, más allá de que no voy a negar que históricamente, muchas personas de la iglesia catolica nos dejan mal parados a los que queremos hacer las cosas bien, como el cura de la entrevista y yo. Te felicito y espero que sigas con estas producciones que manifiestan tu inconfundible sello personal.

    07 de julio a las 11:07
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    Belen Bertonasco:
    Por eso usé la palabra 'inconfesarme'. No iba a contar actos de los cuales me arrepiento y no quiero volver a cometer. Sino todo lo contrario, contar las cosas que estoy orgullosa de pensar y hacer. Ese juego de palabras iba enfocado por ese lado. La introducción amerita a otro texto más largo, otra discusión, otro enfoque que no era el que quería para el primer texto. ¿Qué es pecar? ¿Qué tan mal está pecar? Hay una idea exagerada de los pecados que no la soporto.Pero ya te digo, es otro tema de discución que lo charlamos cuando quieras!! Estoy segura que no todos iguales los que conforman la iglesia y que muchas personas realmente cambian (:
    ¡¡Muchas gracias por la opinión Juan!!

    07 de julio a las 11:24
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    Juanete Gauna:
    de nada, a tus ordenes, siempre es un placer charlar con vos y lo del sello iba por lo copado del titulo

    07 de julio a las 11:26

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  2. Brenda Unzue:
    Belu, increible, fiel reflejo de muchos de nosotros, o por lo menos de mi, y ademas, muy inspirador.
    07 de julio a las 11:34
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    Belen Bertonasco:
    Gracias Juan :) ¡Y gracias Bren! Me pasó lo mismo con otras publicaciones... me alegra saber que muchos de nosotros tiramos para el mismo lado: el compromiso.
    07 de julio a las 11:47
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    Ivan Hojman:
    genia beyu :)

    07 de julio a las 12:31
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    Inti Agustin:
    re comprometido y re bien utilizado lo dicho por galeano bel ! me dieron ganas de moverme =)!

    07 de julio a las 12:51
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    Ruben Dario Bogarin:

    En palabras de Osvi "es extraordinario" se nota que estás muy firme en lo que pensas y totalmente convencida. El final me hizo acordar una frase que tenías en el facebook que me gustaba mucho la cual decía "que gane el quiero la guerra del puedo".
    07 de julio a las 13:06
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    María Paula Chianelli:

    Sos una genio Belu! Me encantó!!! Espero que más personas además de nosotros (los comunicadores de la matanza) pasen a leer lo que escribiste vos y lo de los demás tmb obvio!

    07 de julio a las 13:10
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    Aye Zabaleta:

    Me encanto, me encanto, me encanto

    07 de julio a las 13:43

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  3. Paula Sanchez:

    Belu, te felicito...me encantó! Es muy cierto lo que escribís, siempre es fácil la queja por la queja misma...Lo difícil (pero a la vez lo que termina siendo más gratificante para uno) es salir de la "zona de comodidad" e ir más allá, aportar a la sociedad desde lo que uno puede. Aprovecho para felicitar a todos por sus publicaciones, realmente la idea del blog está funcionando muchísimo mejor de lo que pensaba. Los (y nos) felicito!

    07 de julio a las 13:59
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    Marcia Soto :
    "No seamos tan asquerosos de no involucrarnos con gente que no conocemos o que no ‘tienen pinta de’ pensar y ser como nosotros. Hay muchas historias que merecen ser contadas. " LA MEJOR PARTE:?
    07 de julio a las 14:45
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    Marcia Soto
    GENIAL! En el titulo ya me doy cuenta que sos super creativa, Belu. Me encantó! :) Vamos por esa libertad
    07 de julio a las 14:46
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    Juli Racimora:
    Muy bueno Belu!
    Sigamos así, con esas ideas. Todo puede cambiar y eso depende de uno.
    07 de julio a las 17:52
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    Belen Bertonasco:
    Muchas muchas gracias a los que opinaron ¡Me pone muy contenta que les haya gustado! Es buenísimo que nos sintamos identificados (: me encanta que les haya generado 'eso' de querer movernos. ¡¡A poner las cosas en práctica!! ¡¡¡Muchas gracias otra vez chicos!!! :)

    07 de julio a las 18:33
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    Anita Altoé:

    Qué lindo Beluu :)!, era como dijo Marian para leerlo con el pañuelo al lado, me sentí muy identificada con este texto, segui así amiga escribiendo con el corazón que te va a ir genial! :)

    08 de julio a las 19:49

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